Multimedia en Medicina #19: eritema palmar
Paciente mujer de 27 años, antecedentes de hipotiroidismo, comienza su enfermedad actual unos meses previos con astenia y bradipsiquia. Laboratorio con elevación de transaminasas. Evoluciona con ictericia, se deriva a centro de mayor complejidad donde se constata falla hepática aguda. Por sospecha de hepatitis autoinmune, recibe tratamiento con corticoides por vía oral.
Al examen físico, presenta eritema palmar, signo compatible con hepatopatía crónica (ver imagen).
El eritema palmar es un signo clínico bien conocido que consiste en un eritema simétrico, no doloroso, no pruriginoso, levemente cálido y sin escamas que involucra las eminencias tenar e hipotenar de la superficie palmar. En ocasiones, puede involucrarse también la superficie dorsal de las falanges y de los pliegues ungueales proximales. El eritema palmar puede presentarse como un hallazgo fisiológico primario o como un marcador secundario de patología sistémica tanto en adultos como en niños.
Fue descripto por primera vez en 1942 (llamado también «palma hepática») como un hallazgo del examen físico observado frecuentemente en pacientes con cirrosis de Laënnec aunque también en otras patologías crónicas (como artritis reumatoidea, colitis, neoplasias, etc).
En cuanto a la fisiopatología, se ha hipotetizado que la causa del aumento de la vascularización a nivel palmar se debe a un aumento de los niveles de estrógenos circulantes en los pacientes con cirrosis. Esta conclusión se basó en estudios que demuestran que los estrógenos son inactivados por el hígado. Se encontró evidencia confirmatoria de que los estrógenos son una causa de eritema palmar cuando Bean inyectó dietilestilbestrol y dipropionato de α-estradiol en individuos con enfermedad hepática y en individuos sin enfermedad hepática. Posteriormente, el eritema palmar se desarrolló en pacientes con enfermedad hepática pero no en el grupo control.
En conclusión, el eritema palmar o («palma hepática») es un signo clínico que permite a través del examen físico sospechar una hepatopatía crónica (al igual que el angioma de araña y las uñas de Terry).
Bibliografía:
– Perera GA. A note on palmar erythema (so-called liver palms). JAMA 1942; 119 (17): 1417-8
– Bean, W. B. (1974). Acquired Palmar Erythema and Cutaneous Vascular “Spiders.” Archives of Internal Medicine, 134(5), 846
– Serrao, R., Zirwas, M., & English, J. C. (2007). Palmar Erythema. American Journal of Clinical Dermatology, 8(6), 347–356